En el espectáculo hay dos líneas de actuación. Por un lado está el mundo de los piratas, esos personajes que generan una fascinación inigualable en el imaginario de niños y mayores, donde lo prohibido y el delito adquieren tintes heroicos y plausibles; los piratas un reducto aún vivo del espíritu aventurero, del juego, del peligro y la emoción. De otra parte los piratas tendrán que enfrentarse a un peligroso enemigo, la contaminación de nuestros mares; descubrirán en sus aventuras la importancia del mar y del agua para la tierra y para los seres humanos.