Este tipo de museos con bastante información y actividades para hacer el visitante (hasta puedes conducir un tren en un simulador) son, en principio, para niños de más de 6 ó 7 años, e incluso para nosotros, los mayores, que desconocemos este mundillo del tren y que podemos dar un repaso a la historia que tenemos mediolvidada, gracias a su visita.
Pero he descubierto que también los niños más pequeños pueden disfrutarlos y así, de una manera lúdica y entretenida, vamos introduciéndoles en el "mundo del museo".
Es por ello que la mañana de domingo más calurosa que recuerdo de los últimos años tuve que cumplir mi promesa de "viajar en tren" hecha a mi peque. Creo que os hacéis idea perfectamente de la “experiencia” que supuso para un canijo de algo más de dos años entrar dentro de aquellas supermáquinas que ve desde la terraza de su tía y que tanto le impresionan.
Cuando arrancó ya fue el no va más, incluso para mí, que la sorpresa mayúscula que supuso “caer” hacia atrás sorprendido por el efecto de la aceleración me arrancó una gran sonrisa a mí: ¡está descubriendo el mundo!
El plan incluía una visita al Museo del Ferrocarril, en Gijón, actividad para la que reservamos las primeras horas de la tarde, por aquello de que habría menos gente. Y fue genial. No sólo disfrutó viendo de cerca, tocando e incluso subiéndose a distintos tipos de trenes -locomotoras y vagones, de hasta siete anchos de vía diferentes, que constituyen el mayor conjunto de material histórico ferroviario preservado de toda España-, conduciendo, ficticiamente claro, algún que otro trenecito a su medida sino que hasta alguna de las actividades para interactuar pudo ser apreciada por un niño de su corta edad, actividades de física de empuje y arrastre sobre raíles por ejemplo.
El museo muestra de una manera sencilla los sistemas científicos y técnicos fundamentales que afectan al funcionamiento del ferrocarril facilitando la comprensión de las leyes termodinámicas de la máquina de vapor y del motor de combustión interna, los mecanismos electromagnéticos que posibilitan el uso de la electricidad para generar movimiento, el sistema de rueda manivela y varios ejemplos de la importancia del rozamiento, a pequeños ¡y no tan pequeños!
Además, se han conservado todo tipo de objetos relacionados con la labor ferroviaria, como faroles, herramientas, señales y teléfonos.
Por eso os la recomiendo. Podéis pasar un rato más que agradable viendo a vuestros peques “flipar” o “alucinar” con el mundo del tren. Más si vais allí y volvéis en tren, como fue nuestro caso.
Pero es que además, en estos momentos aún podéis disfrutar de DOS EXPOSICIONES TEMPORALES de lo más interesantes para ver en familia también:
MAQUETA MODULAR AMPLIADA
La sala 2 de Exposiciones Temporales del Museo del Ferrocarril acoge una gran maqueta modular a escala reducida (1/87) de trenes en miniatura y colecciones de modelos a escala, en la que se aúna la fidelidad de la reproducción con el trabajo artesanal en la fabricación de elementos y el uso de avanzadas técnicas electrónicas.
En funcionamiento todos los miércoles de 17.00 a 18.00 horas y los sábados de 11.30 a 14.00 horas
EXPOSICION DE JUGUETES ANTIGUOS
Guía del Museo del ferrocarril en PDF
Hasta el 4 de noviembre podremos disfrutar de esta exposición de juguetes antiguos que reflejan las formas generacionales de entretenimiento infantil.
Las piezas seleccionadas –todas ellas originales y de fabricación española- pertenecientes a la colección Quiroga-Monte, permiten conocer una gran variedad de modelos concebidos y fabricados, dedicando un apartado especial a la historia del tren de juguete español y los accesorios ferroviarios fabricados en diferentes escalas, desde los primeros años del siglo XX hasta 1980.
Horario de apertura de la exposición: de 10.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.00
Dirección Plaza de la Estación del Norte s/n - 33212 Gijón
Teléfono +34 985 181 777
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